jueves, 17 de marzo de 2016

СПЕЦНАЗ (SPETSNAZ)

СПЕЦНАЗ (SPETSNAZ)
"Los grupos de élite del ejército ruso que trabajan en la sombra"


      Presidente  Vladimir Putin, dando la mano a los oficiales del Grupo Alpha del Spetsnaz
durante una visita a Gudermes, Chechenia en 2011

Sin lugar a discusión, uno de los conflictos armados que más preocupan, hoy en día en el panorama internacional, y más en Europa, por el mero hecho de que está sucediendo dentro de nuestras mismas fronteras, es el conflicto armado ucranio- ruso. Este enfrentamiento, literalmente fraternal, ya que confronta a compatriotas, oficialmente, está protagonizado por el ejército ucranio y tropas civiles prorrusas. Aunque son muchas las voces que alertan de la participación directa del ejército ruso en el conflicto. 

Muchos de los más importantes especialistas en estas materias no lo dudan: los primeros soldados que tomaron el control de Crimea sin un disparo son de las fuerzas especiales y unidades aerotransporadas rusas, e incluso algunos hablan de los famosos Spetsnaz, los comandos de élite.

 El experto del mundo ruso del centro de investigaciones RUSI (Royal United Services), Igor Sutyagin, es el más categórico. "Las unidades desplegadas para bloquear a los guardacostas ucranianos (en Perevalne) eran Spetsnaz", asegura el experto a la AFP. 

Estos soldados aguerridos "están especializados en el reconocimiento en profundidad y el sabotaje". Según él, "les apoyaron fusileros marinos de al menos dos brigadas del mar Negro y del mar Báltico". 


       Soldados rusos custodiando una base militar de Ucrania en Perevalne

Las imágenes de los soldados no identificados actuando por cuenta de las autoridades prorrusas de Crimea dieron la vuelta al mundo. En su uniforme, se eliminó todo símbolo que revelara su identidad, origen, cuerpo o grado militar. Y de sus rostros cubiertos no se veían más que los ojos. 

Armados con fusiles Kalashnikov, se mostraron perfectamente disciplinados al tomar sus posiciones, sin pronunciar una palabra y sin hacer uso de las armas, alrededor de lugares estratégicos: aeropuertos, edificios oficiales y cuarteles del ejército ucraniano. Aviones de transporte militar, helicópteros y buques de guerra los llevaron hasta ahí. Moscú se abstuvo de realizar el más mínimo comentario sobre las fuerzas en el terreno. 

El silencio es la norma cuando se trata del Spetsnaz, unidad que depende de la Dirección general de información del Estado Mayor de las fuerzas armadas rusas. Sus actuaciones están generalmente rodeadas del mayor secreto. Son especialistas en el sabotaje, la eliminación y toma de objetivos estratégicos, operan regularmente tras las líneas enemigas, en uniforme o de civil, y son herederos del grupo NKVD, que multiplicó los golpes a los nazis durante la Segunda guerra mundial. 

La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional los acusó de crímenes de guerra en Chechenia, y participaron igualmente en los conflictos de Afganistán y Georgia. Además, tuvieron un papel activo en la liberación de rehenes del teatro moscovita de la Dubrovka en 2002 y de una escuela de Beslán, en Osetia del Norte, en 2004. En ambos casos, las operaciones fueron obra de separatistas chechenos y en ambos el balance de la intervención fue bastante sangriento.

SPETSNAZ: LA INTRAHISTORIA


Spetsnaz es la nomenclatura empleada para dirigirse a los grupos de operaciones secretas del Ejército ruso. Estas enigmáticas y miesteriosas fuerzas especiales, temidas por el primer mundo durante la Guerra Fría, siguen marcando las acciones de estos cuerpos de élite en pleno siglo XXI. Su fuerte adiestramiento y su severa técnica de selección los convierten en uno de los grupos de operaciones secretas más fiables del mundo.

Después de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, y como solución a la tendencia que había surgido por la eclosión de las unidades de cuerpos de élite, el alto mando de la antigua URSS, decidió crear sus propias fuerzas especiales. Veían la luz de esta manera, a mitad de la década de los 50 el Spetsnaz, una selecta unidad perfectamente entrenada de la que, a día de hoy muy poco se sabe. Esto ese debe a que, la información relacionada con estas fuerzas especiales, siempre se ha guardado celosamente, aumentando así la expectación y el temor social ante un cuerpo de élite prácticamente desconocido. 


Con todo y con eso, por lo menos hasta el conflicto de Crimea, la desaparición de la antigua Unión Soviética, había marcado un antes y un después en la historia de estas fueszas especiales. En este sentido, bajo el gobierno de la URSS, el Spetsnaz estaba concebido como una unidad especializada en operaciones de sabotaje, infiltración y reco- nocimiento en las líneas enemigas.  Durante los años en los que tuvo lugar la Guerra Fría, fueron la parte más beligerante de las tropas comunistas. En esos tiempos, buena parte de sus intervenciones, fueron enfocadas a la localización y destrucción de instalaciones y emplazamientos vitales, como por ejemplo plataformas de misiles, acuartelamientos o sistemas de telecomunicaciones, entre otras operaciones destacadas. 

Estas acciones contaban con el factor sorpresa y se ejecutaban en sigilo, por lo que los soldados del bloque occidental siempre debían estar preparados para su inesperada aparición. Sin embargo, ésta no era la única misión de este cuerpo especializado en sabotaje. Entre sus trabajos más específicos también estaba atentar contra altos cargos de la OTAN y destacados miembros de países satélite del bloque capitalista. A pesar de todo, sus acciones en Europa occidental durante la Guerra Fría fueron más bien escasas. Todo lo contrario que en Afganistán, un país que fue invadido por la URSS en 1979 y en cuya invasión tuvieron un destacado protagonismo los soldados del Spetsnaz. 

Esto fue el antes del Spetsnaz. Pero también hay un después, una etapa que arranca con el desmembramiento del bloque de repúblicas soviéticas y que se extiende hasta nuestros días. Hasta antes del conflicto en Ucrania, el Spetsnaz había iniciado un proceso de reestructuración con el objetivo de convertirse en una unidad similar a las aclamadas Delta Force estadounidense y SAS británica. 

Actualmente, todas sus operaciones están sometidas a las directrices de la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor General Soviético (GRU). 
La actividad militar en el conflicto se encuentra en una situación de calma tensa. Pese a los acuerdos de alto el fuego de Minsk , en Ucrania continúa un enfrentamiento, clasificado por algunos como "guerra civil".

EL CUERPO HUMANO NO TIENE LIMITES:

... Sólo hay barreras psicológicas”. Esta es una de las máximas de este cuerpo de elite. Y es que para poder ingresar en él, los aspirantes deben superar uno de los procesos de selección más exigentes y duros del planeta. Como es lógico, poco se conoce del sistema de selección del Spetsnaz, si bien es cierto que, los soldados que superan las pruebas, reciben instrucción en asaltos a vehículos, acciones antiterroristas, combate urbano y combate cuerpo a cuerpo. Precisamente, en este último aspecto, los soldados del Spetsnaz son auténticos especialistas. Además, gran parte de las maniobras se realizan con explosivos y fuego real, lo que provoca que el Spetsnaz sea una de las fuerzas especiales con más alto índice de bajas en su proceso de selección. Cada unidad se compone de un equipo de 15 soldados que actúan bajo las órdenes de un oficial. Estos militares están instruidos en campos tan especializados como manejo de explosivos, tiro de precisión, uso de transmisiones y labores de reconocimiento.  



ARMAS DEL SPETSNAZ:

Entre lo poco que se conoce del armamento utilizado por los soldados del Spetsnaz cabe destacar sus fusiles de asalto AK-74, AN-94 y AK-103, sus pistolas con silenciador del calibre 9mm, así como su gran especialización en el uso de armas blancas. En este sentido, los miembros de esta unidad disponen de un cuchillo de combate especial, denominado NR-2, que mediante el accionamiento de un dispositivo automático es capaz de lanzar la hoja con enorme fuerza y que suele emplearse en cortas distancias. Junto a este arsenal, también aparece el SVD Dragunov (clásico fusil soviético de francotirador), el lanzagranadas RPG-16, los dispositivos antiaéreos SA-14, así como el pesado rifle sniper OSV -96. Además de todas estas armas, los miembros del Spetsnaz también reciben instrucción para manejar con eficacia otras armas extranjeras. Manejarían un M16/AR15, HK 416 o HK PM5, sin ningún problema.
El conjunto de armamento disponible se amplía notablemente para los miembros Spetsnaz pertenecientes al cuerpo de Marina. Estas mismas tropas también van equipadas con la SSP-1, una pistola subacuática cuyo alcance bajo el agua se sitúa entre 7 y 17 metros. Estos soldados cuentan con un fusil de asalto capaz de disparar bajo el agua con un alcance aceptable. A pesar de haber atentado en varias ocasiones (durante la Guerra Fría) contra las bases estadounidenses repartidas por todo el globo, actualmente el Spetsnaz de la Marina rusa ha adoptado una estructura similar a la de sus antiguos “enemigos" Seals.

Por otro lado, tras la desaparición del KGB (servicio secreto de la URSS), el gobierno ruso decidió crear dos unidades de elite que heredaran en cierta medida parte de las acciones anteriormente desarrolladas por el KGB. Estas dos unidades, plenamente ope- rativas hoy en día, reciben la denominación de Grupo Alfa y Grupo Beta. Ambos cuer- pos se nutren de soldados voluntarios pro- cedentes del Spetsnaz y su misión principal es la lucha antiterrorista. El Grupo Alfa desarrolla sus operaciones en el interior de Rusia, por lo que hemos podido verles en acción en conflictos contra el terrorismo.




Ha pasado ya más de medio siglo desde la aparición de los primeros Spetsnaz y, sin embargo, estas fuerzas especiales siguen protagonizando la actualizad internacional y, por tanto, despertando el interés y la curiosidad, no sólo de los aficionados a las armas, sino de todos los cuerpos de elite del mundo. El aura de misterio y secretismo que envuelve a esta unidad, unido al exigente proceso de selección que deben superar sus hombres, hacen de los cuerpos de elite del Ejército ruso ‘Spetsnaz’ una fuerza especial temida y respetada por toda la sociedad. Ojalá nunca tengamos que vernos la cara con ellos.




domingo, 21 de febrero de 2016

MASCHINENGEWEHR-42 O MG-42

MG-42 "LA TEMIDA AMETRALLADORA DEL EJERCITO ALEMÁN"






La entrada en escena de las armas automáticas en la Segunda Guerra Mundial revo- lucionó el panorama bélico conocido hasta el momento. Uno de los que más decidida- mente apostó por este tpo de armas fue el bloque del Eje, con la Alemania Nazi a la cabeza. Primero fue con la MG-34 y más tarde con la MG-42, dos ametralladoras que gracias a su eficacia sembraron el pánico entre las tropas aliadas.



La MG-42 o Maschinengewehr 42 se creó con el objetivo de sustituir a la MG-34 como ametralladora oficial del Ejército alemán. Los motivos esgrimidos para llevar a cabo este cambio fueron el elevado coste económico y el largo proceso de producción ligado a la MG-34. De esta forma, con la nueva MG-42 Alemania perseguía hacerse con una verdadera arma “de guerra”: barata, rápida de fabricar y completamente fiable.



Así, en 1942 y de la mano de la compañía teutona “Metall und Lackierwarenfabrik Johannes Grossfuss AG” nacía la primera unidad de la MG-42, una ame- tralladora que pronto recibiría varios apelativos. Entre los más conocidos se encuentran el de la “sierra circular”, o el de la “segadora de Hitler”. Y es que, efectivamente, la MG-42 se comportaba como una auténtica segadora, una guadaña capaz de expulsar miles de balas en apenas un minuto y con una precisión increíble, arrasando con todo lo que caía bajo su punto de mira. Al igual que su predecesora, la MG-42 contaba con un sistema de acción por retroceso de masas y disparaba cartuchos del    célebre    calibre   alemán
7,92mm Mauser. Estos cartuchos iban dispuestos en cintas desechables de 50 o 250 unidades. El cargador, una de las tres figuras militares necesarias para su correcto funcionamiento, era el encargado de coger estas cintas y alimentar a la MG-42. Los otros dos soldados que siempre estaban junto a una de estas ametralladoras eran el tirador y el observador. Se estima que desde 1942 hasta la conclusión de la Segunda Guerra Mundial.



Las diversas compañías alemanas que obtuvieron la patente de fabricación produjeron más de 400.000 unidades de esta mítica arma. Entre los fabricantes de la MG-42 figuran firmas tan populares como Mauser o Grosfuss, productores de muchas de las unidades que han acabado llegando hasta nuestros días. 

Fiable, robusta, eficaz, o potente son algunos de los adjetivos que definen a la perfección el funcionamiento de esta emblemática arma. Su fiabilidad era tan alta que la MG-42 podía disparar incluso en las peores condiciones. Ni el barro, ni el polvo, ni la nieve eran impedimentos suficientes para interrumpir a esta “vaciadora” de cartuchos. Como muestra, sólo hay que fijarse en el buen rendimiento que esta ametralladora cosechó entre las unidades del Afrika Corps. 

Sin embargo, paradójicamente, una de sus mayores virtudes fue también uno de sus peores inconvenietes dado su alta cadencia de fuego se traducia en un elevado consumo de munición. Tanto es así, que resultaba bastante habitual que los soldados que estaban próximos a una MG-42 llevaran cartuchos extra del 7,92mm para poder  alimentar  a  la ametralladora en caso de que sus usuarios se quedaran sin munición. 

Esta altísima cadencia de fuego (entre 1.200 y 1.800 disparos por minuto) también provocaba un calientamiento excesivo del cañón. Para solucionar este problema, la figura del cargador se encargaba de sustituir el cañón con bastante celeridad. En comparación con lo que sucedía con la MG-34,un equipo bien entrenado podía sustituir el cañón de la MG-42 con gran celeridad.



Este rápido intercambio permitía que los cañones calientes se pudieran enfriar lo suficiente como para poder ser reutilizados en un breve plazo de tiempo. De esta forma, mientras el “nuevo” cañón estaba en uso, el que acababa de ser sustituido se iba enfriando poco a poco. 

Una de las principales críticas que se han vertido sobre esta leyenda armamentística está relacionada con su excesivo peso. En este sentido, los casi 12 kilogramos de peso de la MG- 42 dificultaban enormemente su porte y traslado de una zona a otra, lo que suscitaba las quejas de los infantes germanos. 


La MG-42 en el Día D  A pesar de que a partir de 1942 esta ametralladora estuvo presente prácticamente en todas las grandes batallas de la Segunda Guerra Mundial, si por algún episodio bélico se recuerda a la MG-42 es por su protagonismo en el desembarco de Normandía. 
Aquel histórico 6 de junio de 1944 la MG-42 sembró el pánico entre los sol- dados aliados que iban desembarcando en las playas francesas de Utah y Omaha. Sobre los acantilados de estas costas esperaban más de un centenar de ametralladoras MG-42 con el único objetivo de impedir que las tropas aliadas tomaran tierra. 

Ante esta perspectiva, merece la pena rescatar el testimonio de un cabo del Ejército alemán, el soldado Heinrich Severloh, que, junto a una MG-42 vivió en primera persona aquel histórico Día D. Desde el puesto de ametralladoras número 75 de la playa de Omaha, Severloh estuvo disparando durante más de 9 horas contra los soldados aliados. Empezó a las 05.00h de la mañana con 12.000 cartuchos del 7,92mm Mauser junto a su MG-42, y al mediodía todavía continuaba “segando” la playa desde el cañón de su ametralladora. De los 2.500 soldados estadounidenses que se calcula que perdieron la vida en la playa de Omaha, se calcula que aproximadamente la mitad fueron abatidos por Severloh y su MG-42. La historia del cabo Heinrich Severloh, uno de los pocos supervivientes de las huestes alemanas que defendieron sus posiciones en Normandía, demuestra la eficacia y el temor que la MG-42 causaba entre las tropas aliadas.


A pesar de ser una de las armas más poderosas y temidas de todas las que intervinieron en la Segunda Guerra Mundial, la MG-42 no pudo evitar la derrota de las tropas alemanas en el conflicto bélico más importante del siglo XX. Sin embargo, esta derrota no supuso la desaparición definitiva de esta legendaria ametralladora, sino que simplemente significó un punto y aparte en su continua evolución. Así, a finales de la década de l950 apareció el modelo MG-42/59, una versión renovada de la MG-42 original. 


MG-3: la lógica evolución: El modelo derivado de la MG- 42 que más popularidad inter- nacional ha alcanzado es sin duda la MG-3. A diferencia de su célebre antecesora, la MG-3 utiliza munición del calibre 7,62x51 OTAN, aunque su sis- tema de acción es esencialmente el mismo. En este sentido, el retroceso de masas permite a la MG-3 disfrutar asimismo de una elevada cadencia de fuego (unos 1.300 disparos por minuto). La compañía alemana Rheinmetall es quien hoy en día se encarga de fabricar las nuevas unidades de la MG-3. 

Actualmente, numerosos ejércitos de todo el planeta tienen como armas de dotación oficial versiones renovadas de la MG- 42, MG-3 o alguno de sus derivados. Por ejemplo, las Fuerzas Armadas españolas utilizan esta mítica ametralladora en calibre 7,62 OTAN en la mayor parte de sus carros de combate y helicópteros. Es más, el Ejército de Tierra español cuenta con su propia versión para las unidades a pie, conocida como MG-42A. 

Por otro lado, la fábrica que la empresa Santa Bárbara posee en Oviedo se encarga de la fabricación, bajo licencia, de la MG-3 para España. Mientras tanto, otros ejércitos han optado por diseñar sus propias ametralladoras, eso sí basándose en el sistema de acción y las características de la MG-42. Este es el caso por ejemplo de la M-60 estadounidense, una ametralladora con un sistema de alimentación muy similar a la de la célebre arma germana, o el de la yugoslava M53 “Sarac”, la cual apostó en su día por mantener el calibre alemán 7,92mm Mauser.

Browning M1919 - Bren - Maxim 1910 Rivales de la
 MG-42 en el bando de las tropas aliadas.

Mientras la MG-42 seguía sembrando el pánico entre los soldados de las fuerzas aliadas, los infantes de estos ejércitos tuvieron que enfrentarse a los ataques alemanes con dos ametralladoras legenda- rias: la estadounidense Browning M1919A4 y la británica  Bren.  Ambas armas automáticas protagonizaron la respuesta de los aliados a la conocida como “sierra circular”. En calibre .30-06 y .303, respectivamente, estas ametralladoras también forman parte de la  historia.


Desde los inicios de la Segunda Guerra Mundial, la posibilidad de barrer un objetivo con más de 500 disparos por minuto se convirtió en un reto para los grandes fabricantes armamentísticos. Así, mientras los alemanes disponían de la magnífica MG-34, primero, y la potente MG-42, después, los aliados también se lanzaron a la carrera de contar con ametralladoras de gran capacidad de fuego. En este contexto aparecieron dos de las armas automáticas más características del bando aliado: la Browning M1919A4 y la Bren.

La ametralladora estadounidense Browning M1919A4 tiene sus orígenes en la primaria M1917. A diferencia de su antecesora, la M1919A4 tenía el cañón refrigerado por aire y presentaba una cadencia de fuego de 500 disparos por minuto Esta máquina se alimentaba con cintas de 250 cartuchos del calibre .30-06, el estándar del Ejército norteamericano. La M1919A4 estaba equipada con un pequeño trípode, pesaba 14 kg y carecía de cualquier tipo de seguro. A finales de la década de 1930 se convirtió en la ametralladora oficial del ejército estadounidense, posición en la que se mantuvo hasta que en los años 60 fue sustituida por la M-60.

Del país de las barra y estrellas y su Browning M1919 nos trasladamos a la estepa rusa y Maxim 1910. Montada sobre la clásica estructura “Sokolov”, la Maxim 1910 se alimentaba con cintas de 250 cartuchos del calibre 7,62x54R. Esta ametralladora tosca y pesada (sólo la Maxim pesaba 23,8 kg) ofrecía una cadencia de tiro cercana a los 550 dispa- ros por minuto. El encamisado de su cañón de 72,1cm era el mismo que los británicos aplicaron a su ametralladora pesada Vickers. La Maxim 1910 se mantuvo entre las filas del Ejército soviético hasta bien entrada la década de 1960, cuando paulatinamente empezó a caer en desuso. Lo más llamativo de esta históri- ca arma era sin duda la plataforma con ruedas sobre la que iba montada. Una estructura giratoria elaborada con acero y que pesaba la friolera de 45,2 kg. 


Por su parte, la ametralladora Bren nació con la exclusiva misión de convertirse en el “fusil automático de fuego selectivo” de las tropas británicas. Su nombre se debe a la unión de las iniciales de Breno y Enfield. La primera, la compañía checoslovaca, fue la encargada de presentar el diseño; mientras que la británica Enfield que se utilizaron hasta la década de 1980. Su papel más conocido fue como ametralladora ligera de las fuerzas británicas en la Segunda Guerra Mundial. También fue utilizada en la Guerra de Corea y durante el resto de la segunda mitad del siglo XX, así como en la Guerra de las Malvinas y la Guerra del Golfo, dando cuenta de su fiabilidad y resistencia.


FUENTE: www.armas.es

martes, 22 de septiembre de 2015

ARTILLERIA NAVAL DEL SIGLO XX




ARTILLERÍA NAVAL DEL SIGLO XX.


La inminencia del portaaviones en la inmediata posguerra y la aparición del misil guiado parecieron augurar el fin del cañón como arma naval decisoria, pero los sucesos acaecidos en el último decenio han demostrado hasta qué punto era errónea tal suposición y, de hecho, la 
artillería naval experimenta hoy una segunda juventud.



Los términos Apoyo Artillero Naval (AAN) y Observación Avanzada de AAN (OAAAN) han empezado a adquirir signjficado en los círculos político-militares a raíz de la guerra de las Malvinas de 1982 y de los sucesos de Líbano a finales de ese mismo año. En unos tiempos en los que no se obtienen fácilmente fondos para defensa se ha generalizado la opción de considerar anticuado al cañón medio naval a bordo de buques que pueden dotarse de sistemas de misiles de gran alcance. En el caso de la Royal Navy británica se decidió que las fragatas antisubmarinas de nueva generación «Tipo 22 Lotes 1, 2 y 3» y las siguientes del «Tipo 23» no llevarían ya tales piezas. La guerra de las Malvinas, empero, y el uso actual de esas armas forzaron a una rápida reconsideración que supuso el rediseño de las «Tipo 22 Lote 3» y las «Tipo 2.3> (o clase -Duke») para incorporar el cañón automático Mk 8 de l 14 mm, de probada eficacia.  

En 1982 la Royal Navy se encontró inesperadamente en acción en el sur del Atlántico, y los presuntamente anticuados cañones navales medios hicieron una importante contribución durante la campaña para recapturar las Malvinas. La fragata HMS Active del «Tipo 21» inició sus misiones de bombardeo a los pocos días de llegar.