СПЕЦНАЗ (SPETSNAZ)
"Los grupos de élite del ejército ruso que trabajan en la sombra"
Presidente Vladimir Putin, dando la mano a los oficiales del Grupo Alpha del Spetsnaz
durante una visita a Gudermes, Chechenia en 2011
Sin lugar a discusión, uno de los conflictos armados que más preocupan, hoy en día en el panorama internacional, y más en Europa, por el mero hecho de que está sucediendo dentro de nuestras mismas fronteras, es el conflicto armado ucranio- ruso. Este enfrentamiento, literalmente fraternal, ya que confronta a compatriotas, oficialmente, está protagonizado por el ejército ucranio y tropas civiles prorrusas. Aunque son muchas las voces que alertan de la participación directa del ejército ruso en el conflicto.
Muchos de los más importantes especialistas en estas materias no lo dudan: los primeros soldados que tomaron el control de Crimea sin un disparo son de las fuerzas especiales y unidades aerotransporadas rusas, e incluso algunos hablan de los famosos Spetsnaz, los comandos de élite.
El experto del mundo ruso del centro de investigaciones RUSI (Royal United Services), Igor Sutyagin, es el más categórico. "Las unidades desplegadas para bloquear a los guardacostas ucranianos (en Perevalne) eran Spetsnaz", asegura el experto a la AFP.
Estos soldados aguerridos "están especializados en el reconocimiento en profundidad y el sabotaje". Según él, "les apoyaron fusileros marinos de al menos dos brigadas del mar Negro y del mar Báltico".
Soldados rusos custodiando
una base militar de Ucrania en Perevalne
Las imágenes de los soldados no identificados actuando por cuenta de las autoridades prorrusas de Crimea dieron la vuelta al mundo. En su uniforme, se eliminó todo símbolo que revelara su identidad, origen, cuerpo o grado militar. Y de sus rostros cubiertos no se veían más que los ojos.
Armados con fusiles Kalashnikov, se mostraron perfectamente disciplinados al tomar sus posiciones, sin pronunciar una palabra y sin hacer uso de las armas, alrededor de lugares estratégicos: aeropuertos, edificios oficiales y cuarteles del ejército ucraniano. Aviones de transporte militar, helicópteros y buques de guerra los llevaron hasta ahí. Moscú se abstuvo de realizar el más mínimo comentario sobre las fuerzas en el terreno.
El silencio es la norma cuando se trata del Spetsnaz, unidad que depende de la Dirección general de información del Estado Mayor de las fuerzas armadas rusas. Sus actuaciones están generalmente rodeadas del mayor secreto. Son especialistas en el sabotaje, la eliminación y toma de objetivos estratégicos, operan regularmente tras las líneas enemigas, en uniforme o de civil, y son herederos del grupo NKVD, que multiplicó los golpes a los nazis durante la Segunda guerra mundial.
La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional los acusó de crímenes de guerra en Chechenia, y participaron igualmente en los conflictos de Afganistán y Georgia. Además, tuvieron un papel activo en la liberación de rehenes del teatro moscovita de la Dubrovka en 2002 y de una escuela de Beslán, en Osetia del Norte, en 2004. En ambos casos, las operaciones fueron obra de separatistas chechenos y en ambos el balance de la intervención fue bastante sangriento.
SPETSNAZ: LA INTRAHISTORIA
Spetsnaz es la nomenclatura empleada para dirigirse a los grupos de operaciones secretas del Ejército ruso. Estas enigmáticas y miesteriosas fuerzas especiales, temidas por el primer mundo durante la Guerra Fría, siguen marcando las acciones de estos cuerpos de élite en pleno siglo XXI. Su fuerte adiestramiento y su severa técnica de selección los convierten en uno de los grupos de operaciones secretas más fiables del mundo.
Después de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, y como solución a la tendencia que había surgido por la eclosión de las unidades de cuerpos de élite, el alto mando de la antigua URSS, decidió crear sus propias fuerzas especiales. Veían la luz de esta manera, a mitad de la década de los 50 el Spetsnaz, una selecta unidad perfectamente entrenada de la que, a día de hoy muy poco se sabe. Esto ese debe a que, la información relacionada con estas fuerzas especiales, siempre se ha guardado celosamente, aumentando así la expectación y el temor social ante un cuerpo de élite prácticamente desconocido.
Con todo y con eso, por lo menos hasta el conflicto de Crimea, la desaparición de la antigua Unión Soviética, había marcado un antes y un después en la historia de estas fueszas especiales. En este sentido, bajo el gobierno de la URSS, el Spetsnaz estaba concebido como una unidad especializada en operaciones de sabotaje, infiltración y reco- nocimiento en las líneas enemigas. Durante los años en los que tuvo lugar la Guerra Fría, fueron la parte más beligerante de las tropas comunistas. En esos tiempos, buena parte de sus intervenciones, fueron enfocadas a la localización y destrucción de instalaciones y emplazamientos vitales, como por ejemplo plataformas de misiles, acuartelamientos o sistemas de telecomunicaciones, entre otras operaciones destacadas.
Estas acciones contaban con el factor sorpresa y se ejecutaban en sigilo, por lo que los soldados del bloque occidental siempre debían estar preparados para su inesperada aparición. Sin embargo, ésta no era la única misión de este cuerpo especializado en sabotaje. Entre sus trabajos más específicos también estaba atentar contra altos cargos de la OTAN y destacados miembros de países satélite del bloque capitalista. A pesar de todo, sus acciones en Europa occidental durante la Guerra Fría fueron más bien escasas. Todo lo contrario que en Afganistán, un país que fue invadido por la URSS en 1979 y en cuya invasión tuvieron un destacado protagonismo los soldados del Spetsnaz.
Esto fue el antes del Spetsnaz. Pero también hay un después, una etapa que arranca con el desmembramiento del bloque de repúblicas soviéticas y que se extiende hasta nuestros días. Hasta antes del conflicto en Ucrania, el Spetsnaz había iniciado un proceso de reestructuración con el objetivo de convertirse en una unidad similar a las aclamadas Delta Force estadounidense y SAS británica.
Actualmente, todas sus operaciones están sometidas a las directrices de la Dirección de Inteligencia del Estado Mayor General Soviético (GRU).
La actividad militar en el conflicto se encuentra en una situación de calma tensa. Pese a los acuerdos de alto el fuego de Minsk , en Ucrania continúa un enfrentamiento, clasificado por algunos como "guerra civil".
EL CUERPO HUMANO NO TIENE LIMITES:
... Sólo hay barreras psicológicas”. Esta es una de las máximas de este cuerpo de elite. Y es que para poder ingresar en él, los aspirantes deben superar uno de los procesos de selección más exigentes y duros del planeta. Como es lógico, poco se conoce del sistema de selección del Spetsnaz, si bien es cierto que, los soldados que superan las pruebas, reciben instrucción en asaltos a vehículos, acciones antiterroristas, combate urbano y combate cuerpo a cuerpo. Precisamente, en este último aspecto, los soldados del Spetsnaz son auténticos especialistas. Además, gran parte de las maniobras se realizan con explosivos y fuego real, lo que provoca que el Spetsnaz sea una de las fuerzas especiales con más alto índice de bajas en su proceso de selección. Cada unidad se compone de un equipo de 15 soldados que actúan bajo las órdenes de un oficial. Estos militares están instruidos en campos tan especializados como manejo de explosivos, tiro de precisión, uso de transmisiones y labores de reconocimiento.
ARMAS DEL SPETSNAZ:
Entre lo poco que se conoce del armamento utilizado por los soldados del Spetsnaz cabe destacar sus fusiles de asalto AK-74, AN-94 y AK-103, sus pistolas con silenciador del calibre 9mm, así como su gran especialización en el uso de armas blancas. En este sentido, los miembros de esta unidad disponen de un cuchillo de combate especial, denominado NR-2, que mediante el accionamiento de un dispositivo automático es capaz de lanzar la hoja con enorme fuerza y que suele emplearse en cortas distancias. Junto a este arsenal, también aparece el SVD Dragunov (clásico fusil soviético de francotirador), el lanzagranadas RPG-16, los dispositivos antiaéreos SA-14, así como el pesado rifle sniper OSV -96. Además de todas estas armas, los miembros del Spetsnaz también reciben instrucción para manejar con eficacia otras armas extranjeras. Manejarían un M16/AR15, HK 416 o HK PM5, sin ningún problema.
El conjunto de armamento disponible se amplía notablemente para los miembros Spetsnaz pertenecientes al cuerpo de Marina. Estas mismas tropas también van equipadas con la SSP-1, una pistola subacuática cuyo alcance bajo el agua se sitúa entre 7 y 17 metros. Estos soldados cuentan con un fusil de asalto capaz de disparar bajo el agua con un alcance aceptable. A pesar de haber atentado en varias ocasiones (durante la Guerra Fría) contra las bases estadounidenses repartidas por todo el globo, actualmente el Spetsnaz de la Marina rusa ha adoptado una estructura similar a la de sus antiguos “enemigos" Seals.
Por otro lado, tras la desaparición del KGB (servicio secreto de la URSS), el gobierno ruso decidió crear dos unidades de elite que heredaran en cierta medida parte de las acciones anteriormente desarrolladas por el KGB. Estas dos unidades, plenamente ope- rativas hoy en día, reciben la denominación de Grupo Alfa y Grupo Beta. Ambos cuer- pos se nutren de soldados voluntarios pro- cedentes del Spetsnaz y su misión principal es la lucha antiterrorista. El Grupo Alfa desarrolla sus operaciones en el interior de Rusia, por lo que hemos podido verles en acción en conflictos contra el terrorismo.
Ha pasado ya más de medio siglo desde la aparición de los primeros Spetsnaz y, sin embargo, estas fuerzas especiales siguen protagonizando la actualizad internacional y, por tanto, despertando el interés y la curiosidad, no sólo de los aficionados a las armas, sino de todos los cuerpos de elite del mundo. El aura de misterio y secretismo que envuelve a esta unidad, unido al exigente proceso de selección que deben superar sus hombres, hacen de los cuerpos de elite del Ejército ruso ‘Spetsnaz’ una fuerza especial temida y respetada por toda la sociedad. Ojalá nunca tengamos que vernos la cara con ellos.
FUENTE: www.armas.es